Casto Fulgencio López, Lope de Aguirre el Peregrino. Primer Caudillo de América (1947), novela biográfica


El autor

Casto Fulgencio Ezequiel López (La Guaira, Venezuela, 1893 - Caracas, 1962). Escritor, periodista e historiador. A situar dentro del modernismo criollista.

Casto Fulgencio López nació en La Guaira el 16 de enero de 1893, cuando el chispeante siglo XIX transitaba su última década. Creció en aquel puerto rodeado de marineros, observando balandras, puños y otras embarcaciones; lugar de cuentos e historias los cuales se rifan la atención de los lugareños. Escenario importante para despertar la imaginación de un cerebro febril que soñaba con lanzarse al mar, con el fin de alcanzar nuevas tierras o cruzar la montaña, para asentarse en aquel pueblo grande que era la Caracas de inicios del siglo XX.

Se decidió por lo segundo y al llegar logra ingresar como ayudante en una tipografía. Allí, entre recoger papeles y aprender el oficio, se encuentra con una parte de la intelectualidad que le muestra una manera de expresarse.

Sobre la base de sus experiencias comenzó, en 1932, a publicar su cosecha literaria con Pajaritas de papel, una recopilación de crónicas y cuentos. Triunfa en los concursos de cuentos de «El Nuevo Diario» y «La Esfera».

Siguen unos ensayos de índole historizante y periodístico. En 1937 circula su libro La herencia del Almirante; en 1940, La Margarita, isla venezolana de las perlas; en 1941, La Guaira, causa y matriz de la independencia Hispano-Americana; en 1943, Garcilazo de la Vega el Inca; en 1945, bajo el patrocinio de la Asociación de Escritores de Venezuela, el libro Tras… tras… Caminando (reportajes líricos).

En 1947 ve la luz su única novela, Lope de Aguirre, el Peregino. Primer Caudillo de América y, finalmente, su gran obra, el ensayo Juan Sotillo Picornell y la conspiración de Gual y España.

El 10 de diciembre de 1956 este egregio guaireño fue elegido individuo de número de la Academia Venezolana de la Lengua. Falleció en Caracas el 27 de marzo de 1962.

Fuente

"Casto Fulgencio López (1893-1962)", en la página web "La Prosa Modernista" [última consulta 08-01-2015].


La obra

En esta novela biográfica "se compaginan -según Gerardo GALLEGOS (1951)- la descripción de una naturaleza en su estado primigenio, la tensión emocional del argumento y la tremenda voluntad que anima la figura físicamente endeble del personaje que protagoniza el libro" (pág. 418).

"Esta obra de un autor avezado a la narración histórica -continúa, refiriéndose ahora al estilo adoptado por, y la aparente intención de don Casto Fulgencio- ha sido escrita con estilo sobrio, claro y sin énfasis retórico. Más que sincera, prístina y desnuda la intención, sin ánimo preconcibido de humillar ni engrandecer a los actores de aquel estupendo drama de mediados del siglo XVI" (pág. 418).

Alude, por supuesto, a la "jornada" de Pedro de Ursúa rumbo a las tierras de Omagua y El Dorado, siguiendo el curso del río Marañon (o Amazonas), y la actuación de "Lope de Aguirre, el que, leguas más abajo, en plena Hoya amazónica, se alzará caudillo de los Marañones, contra la autoridad del Rey de España, y el primero por la libertad de América, cuando todavía en el Nuevo Mundo no alboreaba una conciencia de patria" (págs. 418-419).

O ¿sí, la había? Sí y no, concluye el historiador francés maestro de hispanistas y especialista de la época y la zona Joseph Pérez (1977) en su ensayo Los movimientos precursores de la emancipación en Hispanoamérica.

En su reseña de este estudio, el romanista chileno Guillermo Araya (1978) corrobora esta visión matizada de las cosas y destaca la actitud del investigador galo, quien quiere averiguar si efectivamente tal fue el carácter de todo estos movimientos, "muy diferente a la de diversos autores que, prácticamente, ven en toda subordinación, en todo acto levantisco, los orígenes de la Independencia americana" (pág. 317). Cita precisamente a don Casto Fulgencio como ejemplo de ello:

"Fue sin duda Gonzalo Pizarro el primer caudillo de la protesta contra la autoridad de España. Su última campaña contra Núñez Vela y Centeno (1) fue la más cruel que incubó el Perú, y ella ramificó una serie de ramificaciones que hubieran de dar, siglos después, la independencia a las colonias" (C.F. LÓPEZ, Lope de Aguirre el Peregrino, Barcelona, Los libros de Plon, 1977, pág. 50, citado por G. ARAYA, a.c., página 317, nota 1. El subrayado es de G. ARAYA).

Observa G. Araya a propósito de Lope de Aguirre el Peregrino que "[e]n este libro, muy estimable por muchos aspectos, desliza la afirmación de que la independencia hispanoamericana comienza con el proceso de la conquista" (pág. 317, nota 1):

las guerras civiles entre conquistadores ya asentados y otros que se quedaron sin recompensa en el Perú, la protesta de un caudillo de la talla de Gonzalo Pizarro contra la autoridad española, que gestaría rebeliones como la de Lope de Aguirre, muestras todas -si debemos creer Casto Fulgencio López... u otros aguirristas como don Segundo de Ispizúa (2), defensor él de la causa vasca, o, más tarde, compatriotas como el también escritor Miguel Otero Silva (3)- de un deseo precoz pero manifiesto de emancipación precursor del movimiento independentista hispanoamericano decimonónico.

Y G. Araya de concluir: "Planteadas así las cosas, todo el pasado histórico estaría formando una cadena causal sin saltos ni grietas. Es decir, reinaría el más completo mecanismo: lo que está primero en el tiempo explica sin más a lo que está después" (pág. 317, nota 1).

Prefiere atenerse a la conclusión "más matizada que tajante" de J. Pérez, quien destaca que estos movimientos de subordinación contra las autoridades de la colonia (todavía) no eran ideológicamenente independentistas sino que más bien reflejaban una lucha de intereses económicos que oponía los encomenderos (conquistadores vueltos grandes terratenientes que se beneficían sin demasiados escrúpulos de la explotación de indios, negros y mestizos en sus encomiendas) a las autoridades realistas, que querían arrebatarles sus beneficios para destinarlos a la corona metropolitana.

Tal vez ese "más" de la novela biográfica de don Casto Fulgencio, lo que la hace tan estimable según G. Araya, hay que buscarlo en la metamorfosis o transfiguración de la figura histórica del rebelde vascongado, que sigue siendo terreno exclusivo del universo de la ficción, donde operan otras normas y otros criterios.

Fuentes

Notas
  1. Se trata de la Batalla de Iñaquito (1546) entre las fuerzas rebeldes de Gonzalo Pizarro (gonzalistas) y los soldados leales al primer Virrey del Perú Blasco Núñez Vela (1495-1546) (realistas) que tuvo lugar el día 18 de enero de 1546 en la llanura de Iñaquito o Añaquito (al norte de Quito, en el actual Ecuador) y en la que destacó la actuación del capitán Diego de Centeno (1516-1549).

    Las fuerzas gonzalistas estaban lideradas por conquistadores vueltos grandes encomenderos protestando contra las Nuevas Leyes promulgadas en 1542 desde España, que abolían la encomienda y prohibían el trabajo personal de los indios. Las fuerzas realistas estaban liderados por los nuevos administradores mandados desde España para poner orden en la colonia recién establecida, donde algunos conquistadores habían sido compensados por su participación en la Conquista -con tierras en las que fundaron encomiendas- y otros -como nuestro Lope de Aguirre- se quedaron sin su parte del botín y ahora sobraban, andando suetos por ahí, sin rumbo y resentidos.

    La Batalla de Iñaquito forma parte de lo que se conoce como la "Gran Rebelión de Encomenderos", una de las últimas etapas de las guerras civiles entre los conquistadores del Perú (1535-1548).

  2. En su ensayo Los Vascos en América, Vol. (o Libro) V. "Venezuela", Tomo II (o 5.2) "Lope de Aguirre", Madrid, Artes Gráficas Mateu, 1918.
  3. En su novela Lope de Aguirre, Príncipe de la Libertad, 1979, exponente de las llamadas "nueva novela venezolana" y "nueva novela histórica latinoamericana".
Ediciones y traducciones
  • LÓPEZ, Casto Fulgencio, Lope de Aguirre el Peregrino. Apellidado El Tirano. Primer Caudillo libertario de América. Historia de su vida hazañosa y cruel y de su muerte traidora. La escribió [...], cronista de Venezuela y vecino de Caracas. Caracas, Talleres de la Tipografía Americana, 1947 (1ª ed.).

  • LÓPEZ, Casto Fulgencio, Lope de Aguirre el Peregrino. Primer caudillo de América. Caracas/Barcelona, Ediciones Nueva Cádiz, Colección “Biblioteca de Escritores Venezolanos”, Núm. 10, 1953 (2ª ed.).

  • LÓPEZ, Casto Fulgencio, Lope de Aguirre el Peregrino. Primer Caudillo de América. Prólogo de Guillermo MORÓN. Indices. Bibliografía págs. 274-276. Barcelona, Los Libros de Plon, Colección “Majos y bajos”, 1977 (1ª ed. española).


Sobre la obra, su intertexto y contexto

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